INTERNACIONAL
Entrevista

Ilan Pappé, historiador: "Netanyahu puede llevar al Estado israelí al colapso"

El ensayista defiende la formación de un solo Estado secular para israelíes y palestinos que pueda alcanzar "la democracia e igualdad"

El historiador Ilan Pappé.
El historiador Ilan Pappé.Getty
PREMIUM
Actualizado

El historiador y ensayista Ilan Pappé (1954) forma parte de los llamados Nuevos Historiadores, un grupo de expertos israelíes que han revisionado y cuestionado el éxodo de miles de palestinos que supuso la formación del Estado de Israel. Oriundo de Haifa, las alusiones de Pappé a la historia del "colonialismo israelí" han sido recibidas como una traición en su tierra natal, hasta forzar su autoexilio al Reino Unido, donde reside desde hace casi dos décadas.

Contrario a la solución de dos Estados, que cada vez tiene más consenso internacional, Pappé es partidario de la formación de un solo Estado secular para israelíes y palestinos que pueda alcanzar "la democracia e igualdad" entre ambas comunidades en un territorio sin divisiones.

El inicio de la guerra de Gaza en octubre de 2023 lo empujó a recorrer cada rincón del planeta, dando charlas en instituciones culturales y universidades para denunciar la ofensiva israelí en el enclave y en Cisjordania. Recientemente ha publicado Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina con la editorial Capitán Swing.

En anteriores intervenciones ha señalado que lo que está ocurriendo en Gaza es un genocidio y que es peligroso para los palestinos, pero también para el propio Estado israelí. ¿Por qué?
El genocidio en Gaza ha acelerado el proceso de desintegración del Estado israelí, un proceso que empezó hace años y que ya daba señales de su deterioro antes del 7 de octubre. Se puede apreciar en varios aspectos: en la falta de interés que ha tenido el Gobierno sobre el Estado y futuro de los rehenes y sus familias, en su incapacidad para defender a los ciudadanos, proporcionar servicios básicos o gestionar el aumento de tensiones sociales internas que azota el país. Además, el genocidio ha debilitado considerablemente la economía israelí, ha aislado al país del mundo y ha disociado a las comunidades judías del resto en otros países. También ha permitido que las fuerzas políticas mesiánicas, las más extremas, tomen el control del Estado. Todo esto conducirá en el futuro al colapso de Israel. Mantener un estado de apartheid en el siglo XXI es insostenible; esta situación provocará la caída de Israel tarde o temprano.
¿Cree que todavía hay gente en Israel que cree que la descolonización de Palestina puede ser beneficiosa para ambas comunidades?
Por supuesto. Hay muchos ciudadanos árabes en Israel que lo creen, pero entre los judíos es una minoría muy pequeña y, por desgracia, insignificante. El discurso israelí los absuelve de cualquier crimen y desprecian enérgicamente a los palestinos. Este discurso envuelve toda su realidad: lo reproducen los políticos, los medios de comunicación y los rabinos en las sinagogas, sin ningún tipo de vergüenza.
Usted dijo que la solución de los dos Estados fue una intervención de los israelíes pragmáticos para protegerse de la presión internacional y prolongar este estado de incertidumbre en el que Israel ejerce un control total sobre los palestinos. ¿Sigue creyendo en la solución de un Estado en el que convivan las dos comunidades, teniendo en cuenta la situación actual?
Como en el caso del apartheid en Sudáfrica, dividir el Estado en bantustanes [el nombre que recibían los territorios delimitados de población no blanca] no fue una solución, sino más bien supuso una perpetuación del conflicto. Lo mismo ocurre en la Palestina histórica. Enclavar a los palestinos en dos pequeños bantustanes sólo mantendrá vivo el conflicto. Sólo una solución basada en la igualdad y la justicia restaurativa pondrá fin a la violencia.
¿Qué impacto tiene la impunidad israelí en Gaza en los organismos y leyes internacionales? ¿Qué cree que se puede hacer?
Ha creado una auténtica crisis de confianza tanto en el concepto de derecho internacional como en sus instituciones. Parece que el derecho y sus instituciones no son aplicables a todo el mundo ni de la misma manera. Un genocidio y una limpieza étnica por parte de un aliado del Occidente global parecen otorgar inmunidad a ese perpetrador frente a cualquier acción significativa en el marco del derecho internacional. Esto tendrá consecuencias a largo plazo. Sin un sentido de justicia universal, el mundo no podrá colaborar en cuestiones que requieren una acción conjunta global, como la lucha contra el calentamiento global, la pobreza o la inmigración.
¿Cree que tiene relación con la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de desplazar por la fuerza a la población de Gaza a otros países como Egipto o Jordania?
Por supuesto, aunque la idea no es de Trump; ya fue planteada por la extrema derecha israelí. El apartheid en Sudáfrica vivió su etapa más violenta y brutal durante el último período, antes de su total colapso. Puede que nos encontremos en el principio del fin del proyecto sionista.
Desde el inicio de la guerra, el periódico israelí Haaretz ha publicado testimonios de crímenes de guerra de soldados israelíes contra civiles palestinos, investigaciones que no se han publicado en la prensa occidental. ¿Qué impacto tiene este trabajo periodístico en la sociedad israelí?
Sólo el 7 % de la población israelí lee Haaretz, y de ese porcentaje, sólo la mitad de los lectores se sienten conmovidos por estas historias. La mayoría de judíos israelíes no conocen las atrocidades que ha cometido su ejército o, simplemente, no les importan.